miércoles, 5 de agosto de 2020

Te digo adiós...

Los últimos 4 años de mi vida siempre ha estado él presente, rodeando mi vida, endulzando mi oído y dándole un nuevo rumbo a mi vida.

No ha habido un solo día desde que lo conocí que no me sienta adolorida, vacia, insuficiente, boba, vieja, incapaz, triste... Y a pesar de eso lo deje quedarse junto a mi todo este tiempo, me hacía sentirme joven, fresca, nueva.

"You make me fell like I'm whole again"

Me invente una historia de amor con él, inventé que me amaba, que me necesitaba, que yo era lo que estaba destinado para él.

Me dedicaba canciones pensando que cuando él las escuchaba igual pensaba en mi, lo obligue a decirme "te amo" y lo imaginaba sufriendo porque no estaba cada noche de su vida a mi lado.

"Whatever words I said I will always love you"...

Lo invite a meterse en mi cama, en mi cuerpo, en mi sueños, no había sueño donde no fuera protagonista, sombra que no me recordará a él, cielo que no compartiera conmigo.

Pero él nunca fue lo que yo quería y me aferre a él porqué ya era muy tarde en mi vida para volver a empezar.

Unos días yo era su todo y al otro día me veía con asco, otros yo era su musa, su aroma y de pronto era yo una carga emocional.

Yo solo quería que me quisiera, me necesitará; a veces me sentía culpable por ser tan demandante: "necesito, quiero, dame" y de nuevo yo era la dramática, la estúpida, la tonta y de nuevo después de verle llegaba a llorar entre las almohadas lamentándome de lo boba que era y lo amable que era él por soportarme.

A veces me decía "te amo" y todo volvía a tener sentido y el cielo se cubría de fuegos artificiales y de nuevo era feliz. 

"However long I stay I will always love you"

Pero a veces me empujaba tan fuerte de su vida que lastimaba y entonces caía en profundas depresiones que solo me hacían sentir mas culpable porque "pedía demasiado"

Siempre le pedí demasiado...

Pero a final de cuentas nunca recibí nada, siempre me sentí vacia, culpable, boba, ridícula, dramática.

Lo nuestro fue como un pozo de agua en el desierto: yo poniendo agua y el llenándolo todo de arena.

"However far away I will always love you"

Hoy le dije adiós así, sin lágrimas, sin llanto, sin ruegos, sin dolor, me vi en sus ojos reflejada y sentí mucha lástima por esa mujer siempre esperando lluvia en el desierto.

¿Y ahora, que? 

No tengo ni lagrimas para llorar y tire mis almohadas a la basura.

Mañana es mi primer día sin él y estoy casi emocionada, feliz...

"I will always love you"




viernes, 1 de diciembre de 2017


De cómo no fui conejita de Playboy

Desde que soy pequeña recuerdo que siempre quise con toda el alma 2 cosas: ser conejita de playboy y encontrar al príncipe azul que me tomaría entre sus brazos para subirme a su corcel y perdernos por siempre en medio del bosque donde viviríamos siempre juntos. Nunca hubo una prioridad en los objetivos que tenía en mi vida: mostrar las tetas al público y encontrar al amor de mi vida. Yo siempre he querido que me quieran y mucho, que me necesiten con cada fibra de su alma y de su cuerpo, que no puedan vivir sin mí, ser tan necesaria como el mismísimo aire…

 

Nunca pensé que fuera tan difícil…

Lo de las tetas al aire siempre se me dio, nunca tuve complejos y la vergüenza, pena y modestia jamás formaron parte de mi vocabulario o conjunto de valores morales o inmorales, yo siempre me he vestido por calidad y no por cantidad de tela: siempre fui y seré mi propio lienzo en el cual puedo pintar desde Picassos hasta detalles de trozos putrefactos de un lienzo de Cristo crucificado de iglesia que está lleno de hongos y de recuerdos.

 

Lo del amor…

 

Hace 2 días hablaba con mi mejor amigo y me pregunto: “¿Qué buscas en un hombre?” yo sin dudarlo le respondí que quería un hombre que jamás se cansara de besarme y que todos los días me besara con la misma pasión que me dio con el primer beso… también le dije que quería a alguien que le gustara abrazarme y hacerme reír, sin dejar al lado, por supuesto un esclavo salvaje amo del sexo y amante de los tacos al pastor con un coeficiente intelectual lo suficientemente alto para poder platicar con el sin bostezar o querer cogérmelo para evitar hablar con el…

 

-Makky, entonces ¡estas buscando una mujer!, ya te volviste lesbiana- me respondió. Desde ese momento no he dejado de pensar en todos los tropiezos que he tenido en mi vida para encontrar a alguien que me quiera mucho como siempre he querido.

 

Debo de confesar que gran parte de la culpa de mis fracasos he sido yo, soy un drama viviente, un pedazo de arquitectura barroca andante llena de claroscuros y contorsiones, soy la María Mercedes de cualquier telenovela, el sueño de cualquier película de desastres y fatalidades, soy esa pinche tsunami que llega despacito y se lleva todo a la chingada.

 

No soy celosa, no, jamás he sido insegura de mi misma, lo mío es más interesante: me gusta la atención, la entrega, la pasión, la locura, la intensidad, cuando algo me gusta quiero eso todo el tiempo: duro y profundo (no estoy hablando de sexo, bueno también pero no ahorita)

Si yo me enamoro la demostración más grande de mi amor es la entrega total de mi cuerpo, alma y mente y convierto al individuo en cuestión en objeto de adoración y devoción inmediata, lloro de amor, me convierto en un trozo de cera en cándelo, me derrito…

Soy la ferviente representación de todo aquello que aterra a los hombres: pasión, entrega, devoción e intensidad…

Nunca me he limitado en mis sentimientos, si te amo después de conocerte es porque te amo, comienzo a escribir poemas en las venas de mis brazos y bautizar a los perros, gatos e hijos que vamos a tener juntos, me busco una canción que me hará pensar en ti y te escribo mensajes que nunca te envió pero que siempre tengo en la punta de la lengua por si alguna vez te decides a amarme.

Yo amo como Tita amo a Pedro pero todos me han amado como Pedro amo a Tita: sin huevos y con hueva.

He buscado las cartas y mails de los hombres de mi vida y en la mayoría aparece el: “te amo a pesar de cómo eres…” ¡MADRES! Como si lo suyo fuera caridad todos estuvieron a mi lado sacrificando una parte de ellos, me amaban a fuerza, a huevo, con asquito, con el me asusta pero me gusta.

Yo siempre amo tanto que me gusta masturbare pensando en el amor de mi vida en turno, le ofrezco todos mis orgasmos y fluidos corporales, le dedico cada centímetro de mi ser y cada pensamiento de mi día, hasta en el baño me acuerdo mucho de ti…

Con los años aprendí a tranquilizar mis demonios internos y comportarme mas pendejamente, dejar a un lado los sentimientos y entregar todo, pero todo de verdad en la cama… desafortunadamente es casi casi garantía de que si tu pene entro en mi vagina estuve enamorada de ti ese largo minuto u hora que estuviste a mi lado, adentro o arriba.

Así soy yo: me entrego, te amo hasta con los dientes desde el primer momento que te dejo entrar a mi vida.

Tuve de todo en mi vida: ñeros, fresas, hippies, pendejos,  rockeros,  creativos, soñadores, mas pendejos, deportistas, emprendedores, mas pendejos y finalmente, mientras estaba frente a la playa de Zipolite y veía mis pies en la arena comprendí que la culpa había sido mía, que me tenía que haber enfocado en algo mas real como ser conejita de playboy que en encontrar al amor de mi vida…

Porque nadie te ama como quieres que te amen y nadie ama más allá de sus capacidades de amar y eso nadie lo puede cambian, ni una vela perpetua a Sam Antonio y una cadena de oración en Facebook.

Con el tiempo aprendí a amarme más que a nadie, me sonrió en el espejo, me saco la lengua, me toco las tetas no tan firmes como antaño pero igual de generosas, aprendí a divertirme con mis pensamientos y decirlos en voz alta: “tu, eres un pendejo y no tengo miedo de decírtelo”

Hace un mes un ex novio que me dejo llorando debajo de un árbol me pregunto que si me había hecho mucho daño: le dije que si, la verdad es que me vale y me valió madre todo el tiempo pero me divierte la idea de imaginar su ego escalando el pasado y diciéndose a sí mismo: “la traía muerta”…

No mamen…

Las femmes fatales como yo somos fascinantes, así como llega el tsunami se va y deja un desmadre y no regresa a ofrecerte perdón y olvido, yo puedo dejarte de amar el mismo día que empecé a hacerlo y me vales madre a partir de ese segundo, yo no sufro después de que se van, ¿para qué?

Los hombres, todos, siempre vuelven con los años o con el tiempo, son como las palomas de plaza de pueblo: vienen, te cagan, se van y siempre vuelven a buscar comida.

Ya no se qué carajos quiero decir…

Supongo que lo mío no fue escrito como guion de capítulo de La Rosa de Guadalupe y el airecito jamás llegara a traerme a mi príncipe azul y jamás me voy a perder con él al final del arcoíris…

El domingo mi pareja y yo compramos una pierna de jamón serrano de 7 kilos solo para él y para mí y mientras la comíamos a mordidas muertos de la risa comprendí que llevo años varada al final del arcoíris y no me quiero dar cuenta.

Seguiré comiendo jamón por lo menos otro mes y luego ya veremos…

jueves, 13 de diciembre de 2012

Zipolite o de como me queme por andar de exhibicionista

Estudie Historia en la Facultad de Filosofía y letras de la UNAM en CU...
 
Probablemente eso no diga nada pero ahí aprendí a odiar la trova, detestar el olor a marihuana, apreciar el olor a café recién molido y mi estomago se hizo inmune a comer todo tipo de porquerías entre ellas tacos de canasta, cuernitos rellenos de masa, sopas maruchan y por supuesto ahí aprendí a fumar cigarros sin filtro.
 
Siempre me gusto la Historia así que mi desempeño académico paso sin ninguna queja, sin ningún sobresalto... amé la Universidad, aun no me cabe en la cabeza que la gente no asista a ella por gusto o por decisión propia.
 
Conocí montones de gente, tuve novios, amantes y aventuras con casi todas las licenciaturas (jajajajaja de verdad yo no despreciaba ni discriminaba) pasaba horas en la Biblioteca Central, afuera y adentro, los mismo leía una novela que filosofía, desde que tengo uso de la memoria me gusta leer, es mi mejor terapía.
 
Mi grupo de amistades mas no de amigos se reunía todos los dias en el mismo lugar y a la misma hora, hablamos de estupideces sin profundidades, no crean que todos los que van a esa facultad son intelectuales o grilleros o drogadictos, nosotros eramos "fresitas" que tomaban cerveza en bolsa de plastico (sin popote) con tortas de sabritones con queso de puerco.
 
Yo nadaba en la alberca casi todos los días, me gustaba tanto nadar pero lo deje porque seguido me robaban los calzones mientras me quitaba el cloro de la alberca, se los juro...
 
Siempre me gusto nadar aunque jamás fui la mejor y siempre estuve muy lejos de ganar una medalla o de competir.
 
Desde mediados de la licenciatura un amigo me hablo de Zipolite, una playa nudista en Oaxaca... desde entonces una amiga y yo planeamos ir, "algún día" decíamos, entre mas mentira que verdad, como cuando hablábamos de ir a Europa y viajar de mochilazo, sueños, puros sueños.
 
Finalmente una navidad lo hicimos y nos largamos una semana a ese lugar y fue amor a primera vista, es el lugar más lindo, con más energía e historia que mi cuerpo haya pisado, desde que llegue respire libertad y de inmediato me despoje de la parte superior de mi traje de baño y así, en chichis empecé a conquistar mi madurez.
 
Claro que la primera vez me queme horrible y me salieron llagas de tanto andar de exhibicionista, también me jodí los riñones por no parar de tomar cerveza, tuve una infección vaginal y me salió un fuego por tanto calor... me valió, durante muchos, muchos años visite Zipolite una y otra vez, solo fui acompañada 3 veces, las otras 12 veces fui sola.
 
Ese pequeño pedazo de playa me vio crecer, convertirme en la mujer que soy, ahi llore los amores, desamores y fracasos profesionales y personales, ahí conocí al amor de mi vida con el que nunca me case, ahí aprendí a hacer el amor con calma, al ritmo de las olas del mar, aprendí a cocinar italiano (pero autentico italiano, no una pinche pasta), aprendí a beber con calma sin ganas de olvidarlo todo al día siguiente.
 
Baile semidesnuda, grite, ame, cogí, llore, reí, cante, toque las maracas, leí libros, conocí música, me descubrí a mi misma y aprendí a perderme el asco y a aceptarme como soy y como fui.
 
Ahora estoy lejos, muy lejos de Zipolite, probablemente jamás vuelva, ya no es mi tiempo ni mi lugar pero siempre, siempre que me veo las tetas recuerdo Zipolite y a mi misma bailando al ritmo de las olas de mar.
 
Cangrejito playero...

lunes, 10 de diciembre de 2012

De patines me como un taco...


Yo crecí en los 80s en la Colonia Doctores cuando aun no se sabía que iba a ser famosa por sus ladrones, por su miseria, por sus peligros, por sus drogadictos y por su mala fama que me obligo muchas veces a no decir donde vivía. Ya no sé si era por pena o por costumbre, siempre decía que vivía en La Roma, total 2 calles mas no hacían ninguna diferencia en el taxímetro pero si en la mente del individuo.

No importa, crecí ahí porque ahí naci, fui al kínder, primaria y secundaria en la Roma, cuando aun no era el lugar mamon donde el posón va y aplasta su trasero en sillas de plástico y se sienta a comer comida “europea” mientras observa la vida como si estuviera sentado en el Palacio de Versalles.

Entre la Plaza Río de Janeiro, el parque estadio, la plaza Luis Cabrera y el parque México, en la Condesa pase mi adolescencia, pervertida, infame y feliz. Después de la muerte de mi padre tuve que aprender a vivir y crecer sola. Nunca estuve en mi casa… la usaba solo para dormir, comer, y soñar.

En mi casa no había nadie ni nada, todos estaban demasiado ocupados con la preocupación del que comer y del día siguiente, yo jamás he sido así, se olvidaron de mí y yo me olvide de ellos. Hasta hace unos años nos perdonamos y yo olvide.

En ese periodo de vagancia algo tenía que hacer, siempre fui demasiado loca e inquieta como pata aplastarme a cortar las venas así que decidí patinar.

Nunca aprendí a patinar bien, sin embargo patiné todos los días durante 5 años desde Dr. Vertiz hasta el parque México, así, sin miedo a que me fueran a robar, asaltar, violar o secuestrar…

Nunca tuve complejos con mi cuerpo y siempre me vestí muy sin pedos, lo mismo me ponía una minifalda del tamaño de un cinturón que una camiseta sin bra, total, siempre creí que la vestimenta definía la personalidad y siempre fui así: valemadrista.

Me ponía una falda pequeña, me trepaba en mis tenis y volaba hasta la Condesa con mi mochila en la espalda, siempre me gustaron las bibliotecas, los libros, la mugre y el polvo de los documentos… tal vez por eso estudie historia.

Varias veces me estampe contra arboles, semáforos, automóviles, carritos de helado y paredes impertinentes.  Aun no puedo respirar y me quedo la nariz un poco chueca pero por nada del mundo cambiaria esos días donde atravesaba insurgentes patinando mientras mi cabello volaba al viento

Las razones, los motivos, las palabras

¿Qué pasa cuando tienes algo que contar y no tienes orejas que te escuchen u ojos que te lean?

Claro, se te ocurre la brillante idea de escribir un blog. Tengo 4 años de vivir en Inglaterra y necesito hablar y contar mis historias antes de que se desvanezcan en la memoria.

Siempre he sido buena para olvidar el pasado, ocultar detalles que me incomodan o me hagan sentir mierda son borrados de mi elitista memoria que no admite mierda en su forma.

Me da miedo olvidar, porque si olvido perdono y no me gusta perdonar ni pedir perdón, no me gusta olvidar y ser olvidada, no me gusta el silencio y menos el eco...

He vivido mucho y muy rápido, una vida llena de locura se oculta en esta respetable esposa y furiosa madre en la que me convertí...

No prometo enseñanzas pero de que van a morir de la risa juro que lo harán.

Bienvenidos a mi mundo...

Te digo adiós...

Los últimos 4 años de mi vida siempre ha estado él presente, rodeando mi vida, endulzando mi oído y dándole un nuevo rumbo a mi vida. No ha ...