jueves, 13 de diciembre de 2012

Zipolite o de como me queme por andar de exhibicionista

Estudie Historia en la Facultad de Filosofía y letras de la UNAM en CU...
 
Probablemente eso no diga nada pero ahí aprendí a odiar la trova, detestar el olor a marihuana, apreciar el olor a café recién molido y mi estomago se hizo inmune a comer todo tipo de porquerías entre ellas tacos de canasta, cuernitos rellenos de masa, sopas maruchan y por supuesto ahí aprendí a fumar cigarros sin filtro.
 
Siempre me gusto la Historia así que mi desempeño académico paso sin ninguna queja, sin ningún sobresalto... amé la Universidad, aun no me cabe en la cabeza que la gente no asista a ella por gusto o por decisión propia.
 
Conocí montones de gente, tuve novios, amantes y aventuras con casi todas las licenciaturas (jajajajaja de verdad yo no despreciaba ni discriminaba) pasaba horas en la Biblioteca Central, afuera y adentro, los mismo leía una novela que filosofía, desde que tengo uso de la memoria me gusta leer, es mi mejor terapía.
 
Mi grupo de amistades mas no de amigos se reunía todos los dias en el mismo lugar y a la misma hora, hablamos de estupideces sin profundidades, no crean que todos los que van a esa facultad son intelectuales o grilleros o drogadictos, nosotros eramos "fresitas" que tomaban cerveza en bolsa de plastico (sin popote) con tortas de sabritones con queso de puerco.
 
Yo nadaba en la alberca casi todos los días, me gustaba tanto nadar pero lo deje porque seguido me robaban los calzones mientras me quitaba el cloro de la alberca, se los juro...
 
Siempre me gusto nadar aunque jamás fui la mejor y siempre estuve muy lejos de ganar una medalla o de competir.
 
Desde mediados de la licenciatura un amigo me hablo de Zipolite, una playa nudista en Oaxaca... desde entonces una amiga y yo planeamos ir, "algún día" decíamos, entre mas mentira que verdad, como cuando hablábamos de ir a Europa y viajar de mochilazo, sueños, puros sueños.
 
Finalmente una navidad lo hicimos y nos largamos una semana a ese lugar y fue amor a primera vista, es el lugar más lindo, con más energía e historia que mi cuerpo haya pisado, desde que llegue respire libertad y de inmediato me despoje de la parte superior de mi traje de baño y así, en chichis empecé a conquistar mi madurez.
 
Claro que la primera vez me queme horrible y me salieron llagas de tanto andar de exhibicionista, también me jodí los riñones por no parar de tomar cerveza, tuve una infección vaginal y me salió un fuego por tanto calor... me valió, durante muchos, muchos años visite Zipolite una y otra vez, solo fui acompañada 3 veces, las otras 12 veces fui sola.
 
Ese pequeño pedazo de playa me vio crecer, convertirme en la mujer que soy, ahi llore los amores, desamores y fracasos profesionales y personales, ahí conocí al amor de mi vida con el que nunca me case, ahí aprendí a hacer el amor con calma, al ritmo de las olas del mar, aprendí a cocinar italiano (pero autentico italiano, no una pinche pasta), aprendí a beber con calma sin ganas de olvidarlo todo al día siguiente.
 
Baile semidesnuda, grite, ame, cogí, llore, reí, cante, toque las maracas, leí libros, conocí música, me descubrí a mi misma y aprendí a perderme el asco y a aceptarme como soy y como fui.
 
Ahora estoy lejos, muy lejos de Zipolite, probablemente jamás vuelva, ya no es mi tiempo ni mi lugar pero siempre, siempre que me veo las tetas recuerdo Zipolite y a mi misma bailando al ritmo de las olas de mar.
 
Cangrejito playero...

lunes, 10 de diciembre de 2012

De patines me como un taco...


Yo crecí en los 80s en la Colonia Doctores cuando aun no se sabía que iba a ser famosa por sus ladrones, por su miseria, por sus peligros, por sus drogadictos y por su mala fama que me obligo muchas veces a no decir donde vivía. Ya no sé si era por pena o por costumbre, siempre decía que vivía en La Roma, total 2 calles mas no hacían ninguna diferencia en el taxímetro pero si en la mente del individuo.

No importa, crecí ahí porque ahí naci, fui al kínder, primaria y secundaria en la Roma, cuando aun no era el lugar mamon donde el posón va y aplasta su trasero en sillas de plástico y se sienta a comer comida “europea” mientras observa la vida como si estuviera sentado en el Palacio de Versalles.

Entre la Plaza Río de Janeiro, el parque estadio, la plaza Luis Cabrera y el parque México, en la Condesa pase mi adolescencia, pervertida, infame y feliz. Después de la muerte de mi padre tuve que aprender a vivir y crecer sola. Nunca estuve en mi casa… la usaba solo para dormir, comer, y soñar.

En mi casa no había nadie ni nada, todos estaban demasiado ocupados con la preocupación del que comer y del día siguiente, yo jamás he sido así, se olvidaron de mí y yo me olvide de ellos. Hasta hace unos años nos perdonamos y yo olvide.

En ese periodo de vagancia algo tenía que hacer, siempre fui demasiado loca e inquieta como pata aplastarme a cortar las venas así que decidí patinar.

Nunca aprendí a patinar bien, sin embargo patiné todos los días durante 5 años desde Dr. Vertiz hasta el parque México, así, sin miedo a que me fueran a robar, asaltar, violar o secuestrar…

Nunca tuve complejos con mi cuerpo y siempre me vestí muy sin pedos, lo mismo me ponía una minifalda del tamaño de un cinturón que una camiseta sin bra, total, siempre creí que la vestimenta definía la personalidad y siempre fui así: valemadrista.

Me ponía una falda pequeña, me trepaba en mis tenis y volaba hasta la Condesa con mi mochila en la espalda, siempre me gustaron las bibliotecas, los libros, la mugre y el polvo de los documentos… tal vez por eso estudie historia.

Varias veces me estampe contra arboles, semáforos, automóviles, carritos de helado y paredes impertinentes.  Aun no puedo respirar y me quedo la nariz un poco chueca pero por nada del mundo cambiaria esos días donde atravesaba insurgentes patinando mientras mi cabello volaba al viento

Las razones, los motivos, las palabras

¿Qué pasa cuando tienes algo que contar y no tienes orejas que te escuchen u ojos que te lean?

Claro, se te ocurre la brillante idea de escribir un blog. Tengo 4 años de vivir en Inglaterra y necesito hablar y contar mis historias antes de que se desvanezcan en la memoria.

Siempre he sido buena para olvidar el pasado, ocultar detalles que me incomodan o me hagan sentir mierda son borrados de mi elitista memoria que no admite mierda en su forma.

Me da miedo olvidar, porque si olvido perdono y no me gusta perdonar ni pedir perdón, no me gusta olvidar y ser olvidada, no me gusta el silencio y menos el eco...

He vivido mucho y muy rápido, una vida llena de locura se oculta en esta respetable esposa y furiosa madre en la que me convertí...

No prometo enseñanzas pero de que van a morir de la risa juro que lo harán.

Bienvenidos a mi mundo...

Te digo adiós...

Los últimos 4 años de mi vida siempre ha estado él presente, rodeando mi vida, endulzando mi oído y dándole un nuevo rumbo a mi vida. No ha ...